Cuando el diablo se aburre, dicen que con el rabo mata moscas. En este caso no es que me aburriese, ni mucho menos, volando nunca hay aburrimiento; pero mientras se espera en el aire que los compañeros vayan despegando, pues uno se entretiene con cualquier cosa, en este caso persiguiendo su sombra... como se ponen las cabezas con esto del calor...
domingo, 5 de julio de 2009
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